Durante el día de hoy se está materializando cada vez más el colapso económico mundial, en concreto hoy se está produciendo la quiebra de Italia, que tiene su prima de riesgo cercana a los 600 puntos, mucho mayor que cuando Iralnda y Grecia tuvieron que ser rescatadas. A la par, la prima española supera los 400 puntos, cuando recordemos que antes del verano todos los expertos financieros decía que si superábamos los 300 puntos España debería ser intervenida. Una de dos, o ya ha sido intervenida y no se dice para no provocar alarma y mayor empeoramiento financiero, o bien no interesa intervenirla ahora mismo y se espera otro momento más oportuno. Lo que parece ser claro es que el colapso financiero mundial, y me refiero al de los países que forman parte de los grandes organismos económicos, veáse, FMI, BM, G8, etc., está a punto de caramelo y es ya inevitable, algo que por cierto ya ha sugerido la directora del FMI declarando que existe un gran riesgo de una caída en espiral del sistema económico mundial.
Como esta situación va a ir a peor, en el sentido de que cada vez se estará más cerca del colapso económico, ya que realmente no es ir a peor porque estaremos más cerca de poder crear un nuevo sistema más justo, será bueno asumirlo y poner la atención en lo que nos interese para nuestra evolución.
A la par, en nuestro interior, en nuestras relaciones, también se producirá un colapso, para regenerar todo aquello que nos ha estado enfermando y sacarlo a la luz. Son momentos duros los que vivimos ya que se producen enfrentamientos con nuestras parejas, con nuestras familias e incluso con nosotros mismo, y toda la porquería que nos ha dificultado la existencia sale al exterior. Tendremos que actuar como realmente elijamos, ya que estaremos alineados o no con el cambio dependiendo de esta elección. Quizás algunos no estemos preparados todavía para vivir este cambio, quizás algunos si lo estemos, ¿quién puede realmente saberlo? lo que sí parece claro es que no todos seremos capaces de aguantar este gran cambio.
Como el viernes 11-11-11 es una día clave en este cambio, como ya comenté en una entrada pasada, vuelvo a anexar el mensaje que me ha llegado debido a la gran importancia del mismo.
Os deseo lo mejor en estos transcendentales días en los que la luz regenera toda la sombra que existe sobre la faz de la tierra ( y en el interior).
El próximo 11 de noviembre (11.11.11) se producirá un evento sin precedentes en la historia de la Tierra. Por primera vez se activarán de manera definitiva los Códigos de Luz del Alma. Los mismos que fueron desactivados hace miles de años.
Se cumple así un requisito imprescindible para la llegada de la Nueva Tierra: el ser humano, para ascender, tiene que estar completo.
Recuperaremos de este modo lo que nos pertenece por derecho propio: el recuerdo de quiénes somos y para qué hemos venido, así como las capacidades que nos son inherentes.
Pero una cosa es recuperar y otra saber utilizar.
Para las personas que están despiertas, la recuperación de esos recuerdos y capacidades puede representar una bendición. Muchos llevan años anhelándolo. Sin embargo, los que aún continúan anclados en la vieja energía pueden verse inmersos de repente en un profundo caos interior. Recuerdos a los que no encuentran sentido y percepciones que no comprenden y que, además, les asustan. Será necesario que, tras esa fecha, las personas que trabajan al servicio de la Luz aúnen sus esfuerzos para ayudarlos a integrar el proceso.
Cada uno de nosotros debe prepararse previamente para ese momento, tal como nos aconseja el Maestro Kuthumi con estas recomendaciones:
1. Buscar la paz interior. Un momento de silencio al día para escuchar la voz del corazón.
2. Recibir conscientemente la luz del sol, con la intención de absorber su poder sanador y elevador de frecuencias.
3. Mantener el rumbo en la dirección indicada por la voz del corazón. Aquello que somos se manifiesta en estos días más que nunca. Caen las vendas que nos cegaban, se derrumban barreras que nos limitaban. Por fin, muchos de nosotros nos animamos a emprender aquello que vinimos a realizar aquí, en esta dimensión.
Se cumple así un requisito imprescindible para la llegada de la Nueva Tierra: el ser humano, para ascender, tiene que estar completo.
Recuperaremos de este modo lo que nos pertenece por derecho propio: el recuerdo de quiénes somos y para qué hemos venido, así como las capacidades que nos son inherentes.
Pero una cosa es recuperar y otra saber utilizar.
Para las personas que están despiertas, la recuperación de esos recuerdos y capacidades puede representar una bendición. Muchos llevan años anhelándolo. Sin embargo, los que aún continúan anclados en la vieja energía pueden verse inmersos de repente en un profundo caos interior. Recuerdos a los que no encuentran sentido y percepciones que no comprenden y que, además, les asustan. Será necesario que, tras esa fecha, las personas que trabajan al servicio de la Luz aúnen sus esfuerzos para ayudarlos a integrar el proceso.
Cada uno de nosotros debe prepararse previamente para ese momento, tal como nos aconseja el Maestro Kuthumi con estas recomendaciones:
1. Buscar la paz interior. Un momento de silencio al día para escuchar la voz del corazón.
2. Recibir conscientemente la luz del sol, con la intención de absorber su poder sanador y elevador de frecuencias.
3. Mantener el rumbo en la dirección indicada por la voz del corazón. Aquello que somos se manifiesta en estos días más que nunca. Caen las vendas que nos cegaban, se derrumban barreras que nos limitaban. Por fin, muchos de nosotros nos animamos a emprender aquello que vinimos a realizar aquí, en esta dimensión.
4. Practicar el desapego de viejos patrones limitantes. Abandonar los pensamientos, costumbres y reacciones que alimentan aún la antigua energía, procurando transformarlos en luz por medio del amor.
5. Fomentar el Amor en todas nuestras relaciones, las que más amamos y las que nos conectan con el miedo. Estas últimas son las que más nos elevarán si somos capaces de bañarlas de amor y aceptación.
6. Recibir la energía de la Fuente en meditación. Su influencia en nuestros cuerpos sutiles es inmensa. Posee un gran poder transmutador que nos libera y nos conecta.
7. Sentirnos Uno. Practicar en nuestras visualizaciones la Unión con todo lo que es y con todo lo que existe.
Cuando llegue el momento recibiremos en nuestro interior una Gran Luz. Esa Luz trae los códigos de activación que necesitamos para recordar. Son códigos de una vibración muy alta. Cuanto más elevada sea la propia vibración durante ese día más armónica resultará la entrada de la Luz y su anclaje en cada uno de nosotros.
Podemos prepararnos como nos recomienda el Maestro Kuthumi pero, además, ese día debemos dedicarlo especialmente al cuidado de la propia energía, al equilibrio interior, a mantener la vibración bien alta. Actividades como meditar, pasear al sol o estar en contacto con la Naturaleza son las más recomendables. Hay que evitar especialmente todo lo que nos desconecte de nuestra esencia. Deberemos alimentarnos con moderación, procurando no ingerir alimentos de baja vibración, como la carne o los vegetales transgénicos, y realizar algún ejercicio físico que nos ayude a activar el flujo sanguíneo, ya que los Códigos de Luz serán transportados a través de la sangre, desde el corazón al resto de nuestro organismo.
La activación se estará produciendo durante todo el día, pero no percibiremos completamente sus efectos hasta el día siguiente, después de haber dormido un mínimo de seis horas.
A partir de la mañana del 12 de noviembre muchas personas sentirán el profundo deseo de dar un giro completo a sus vidas, otros emprenderán su camino con fuerzas renovadas y otros sentirán una gran confusión interna. Los efectos variarán en función del grado de evolución de cada uno y de las resistencias que esté oponiendo al proceso de cambio que todos estamos experimentando.
El objetivo de esta activación es acabar con las limitaciones que, desde el interior de nosotros mismos, nos están impidiendo evolucionar o despertar. No se trata de una injerencia en el libre albedrío de los seres humanos. Se trata de eliminar una limitación que nos fue impuesta hace miles de años, cuando algunos seres confusos decidieron interferir en nuestro proceso evolutivo.
Detenernos a explicar el cómo y el por qué de aquel suceso sería adentrarnos en la vieja energía de separación y lucha, de la que ya nos estamos alejando. Ya no importa cómo, cuándo, dónde, quién o para qué. Dentro de poco estará resuelto.
El 11 del 11 del 11 se producirá una gran activación, pero no será la última. Grandes acontecimientos nos esperan a la vuelta de la esquina. Recibámoslos con amor, libres de temores e inquietudes, porque llega el reino de la Luz a la Tierra, y eso se merece una gran fiesta.
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Un fuerte abrazo.
Mr D.
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