Mr D: 02/24/11

jueves, 24 de febrero de 2011

Gracias por todo


Hoy solamente me viene a la cabeza una palabra, GRACIAS. Estamos tan acostumbrados y educados a justificar nuestras reacciones, que me siento en la obligación de explicar por qué siento gratitud. Cuando somos pequeños, normalmente nos reímos por cualquier cosa. Al crecer, nuestros padres y educadores nos recriminan por qué nos reímos, argumentando que tiene que haber una razón para reír, “este niño es tonto, se ríe sin motivo” o frases similares son pronunciadas ante tales comportamientos. Otro ejemplo es cuando a un niño le hacen un regalo y le dicen que tiene que estar contento, o que tiene que dar las gracias, cuando realmente al niño no le gusta el regalo y tiene que fingir por “educación”. En resumen, nos educan para tener una razón para sentir algo, e incluso nos educan a estar alegres por alguna razón. Esto es lo contrario a lo que mi amigo Enrique llama “la alegría sin sentido”, que tenemos cuando somos niños, y que