A pesar de que en mi pasado he estado muy cercano al cristianismo dentro de movimientos de jóvenes donde se prentendía renovar la iglesia y hacer cambios profundos, esos tiempos pasaron y aunque no me arrepiento en absoluto de ello llegó un momento en el que necesitaba más y no me llenaba estar en ese ambiente, donde había demasiadas contradiciones a veces y demasiados pocos interrogantes a cerca de la vida en su totalidad. Conservo momentos muy buenos vividos y enseñanzas aprendidas, ya que en la vida hay que aprender de todo y todo sirve, y también muy buenas experiencias con buenos amigos que estarán siempre en mi corazón.
Dicho ésto, mi situación actual dicta mucho de la del pasado, aunque respecto a mi opinión sobre el Vaticano y el Papa no ha variado demasiado. Nunca fue referencia en mi vida pasada cristiana el Papa ni sus senseñanzas, ni todo el mundillo de cardenales y obispos que tiene como epicentro el Vaticano. Aún así nunca en esos momentos podía intuir que el Vaticano pudiera ser un lugar tan alejado de la idea que tienen tantos y tantos creyentes de buena voluntad. Recuerdo cuando leí la noticia de que un sacerdote español, Jesús López Sáez, había investigado la extraña muerte del papa Juan Pablo I, y concluía que había sido envenenado por parte del entorno del Vaticano en contraposición a la versión oficial de muerte natural, éso sólo fue el comienzo del resto de informaciones que siguieron de todo tipo de tráfico de dinero, de drogas, de contactos con la mafía y de su participación en sucesos tan atroces como el asesinato de John F. Kennedy según relata Eric Jon Phelps en su libro "Vatican Assasins". Tampoco olvidemos los comentarios del juez del tribunal internacional de crímines de guerra en Kuala Lumpur, el señor Alfred Webre, que define al Vaticano como lo que queda del Imperio Romano y a la camarilla que los gobierna los llama asesinos, apuntando a losjesuitas como la orden de la iglesia que más poder tendría dentro de este contuvernio.
El ex agente de los servicios secretos españoles, John Doe también apunta a los jesuitas como los máximos responsables del poder del Vaticano e incluso llega más lejos situándolos detrás de todos y cada uno de los poderes en la sombra que todos conocemos como el CFR, los Bilderberg, Illuminatis y demás organizaciones trabajando para la sombra, siendo el papa negro, el máximo líder jesuita, el personaje con mayor poder que se conozca.
Puestas encima de la mesa mis simpatías respecto a este imperio, quiero resaltar que la visita del emperador a Madrid en mi opinión es un suceso muy positivo (si quitamos la merma económica que puede suponer para las arcas del estado en seguridad, dietas policiales, transporte público, ...) para quienes quieran observar. ¿y qué podemos observar? Pues el tremendo poder que tiene todavía este Imperio al ver todo lo que mueve con su visita y la cantidad de rodillas que se doblan ante su llegada. Podemos ver en la tele cómo desde semanas antes de su visita se han producido noticias alertándonos de que Madrid va a estar tomado por la policía y que se va a restringir la circulación de personas. En las calles podemos ver cómo se han cortado kilómetros de calle al tráfico y se ha producido una toma policial donde se producen controles espontános y se pide la documentación a la gente cuando la policía lo estima oportuno. Insisto, a pesar de que todos sabemos el tremendo poder que tiene la iglesia católica como institución y el Vaticano, estos días estamos siendo testigos con nuestros propios ojos del poder real que tiene, mucho mayor del que nos podíamos imaginar.
Ayer tuvo lugar una manifestación contra la visita del emperador y ocurrieron actuaciones policiales que hacen cuestionar seriamente que España tenga democracia, algunos llevan tiempo denunciando este tipo de actuaciones en todo tipo de estamentos del estado, sin embargo cada vez más somos testigos en nuestras propias carnes de estos sucesos. Lo último en este tipo de actuaciones es detener a periodistas y asustarles para que se piensen dos veces el cubrir manifestaciones politicamente incorrectas como las del 15M. Como dije en alguna otra entrada, cada vez se quiere dejar más claro a la gente que está para obedecer, no para pensar, y en último extremo se utiliza la violencia contra quienes no obedezcan. Os recomiendo leer el blog de Stéphane M. Grueso donde ha relatado todo lo ocurrido en la manifestación de ayer y muestra videos en los que se ve a la policia agrediendo a gente indefensa sin previa provocación, realmente vergonzante que agentes de la autoridad tengan este tipo de comportamiento.
También recomiendo leer la entrada "Ahora te vamos a pegar sin que te vean, 'periolisto'" donde se puede ver el video de cargas policiales frente al ministerio del interior del 4 de agosto, donde se aprecia el momento de la detención del periodista Gorka Ramos, precedido de la paliza que le dieron los policias protegiendose entre escudos policiales para que las cámaras no pudieran grabarlo.
También aparecen las declaraciones de otros dos periodistas retenidos ayer en Sol, Jonás Candalija y Lidia Ucher donde cuentan las humillaciones a las que fueron sometidos por los policías. Algunas lindeces de los comentarios de los policias, según los testigos:
- "Te duele, ¿eh?, ahora sí que te vas a enterar…"
- "Ya os decía yo que iba a ganar la porra"
- "Si te decimos que te pongas a la pata coja, te pones, entendido"
- "'Ahora te vamos a pegar sin que te vean, periolisto'
- Comentarios de Jonás: "Frente al furgón policial y rodeado por cuatro agentes de autoridad que no han querido identificarse, vacían mi mochila y me dicen que mire al suelo. 'Si te queremos pegar, lo vamos a hacer sin que nos vea nadie'. Mirando al suelo, solo pienso en la forma de protegerme la cabeza y el estómago en el momento en que comenzaran a agredirme. Me zarandean y me pellizcan los pezones. Sabía que nadie me estaba viendo. Las imágenes de la agresión a Gorka Ramos cruzaron por mi cabeza y helaron mi sangre en un escalofrío".
Quiero poner aquí los comentarios de Stephane M. Grueso respecto a lo que está ocurriendo ahora mismo en España, ya que me parecen muy acertados:
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Siempre he pensado que me gusta vivir en un país moderno y democrático, lo que se conoce como un ‘estado de derecho’.
Disfruto del hecho de que existan unas Fuerzas de Seguridad del Estado, con las que generalmente no tienes contacto como ciudadano, pero que siempre están ahí, jugándose el pellejo por defenderte, cuando alguien quiere hacerte daño o atenta contra tus propiedades. Me parece absolutamente maravilloso que unos trabajadores públicos, seguramente mal pagados, se jueguen el físico por ti. El estado te ampara y te protege. Es su obligación claro, pero aun así me parece maravilloso…
Pues esta percepción ha cambiado algo estas semanas, a continuación voy a intentar explicar el por qué.
El pasado 4 de Agosto, como llevo haciendo con cierta continuidad desde el 15 de Mayo salí a la calle a relatar lo que viera del llamado movimiento #15M. Yo no soy un periodista (no trabajo para ningún medio), soy un cineasta y un ciudadano, pero desde el mismo 16 de mayo he estado en #acampadasol y en las manifestaciones y movilizaciones del #15M. Pues el 4 de agosto viví muy de cerca las cargas policiales del Ministerio del Interior, que fueron brutales, sin mediar provocación y absolutamente desproporcionadas. no pensaba yo que fuera a ver eso en mi país en el siglo XXI. Pasé mucho miedo aquella noche y no sabía que se iba a repetir.
La noche anterior había visto ya una secuencia en Sol que, creo, es digna de relatarse. Una chica tiene algún tipo de altercado con un agente y le pide el número de placa y pide que venga el SAMUR. No le hacen caso y empieza a gritar exigiendo el número de placa, se pone muy nerviosa y empieza a llorar. Y entonces pasa lo siguiente: otros agentes la sujetan y el agente en cuestión se va corriendo y se esconde detrás de las furgonetas… (¿?) Sí, como en el colegio, pero para un asunto mucho más importante. Me quedo a cuadros. La chica sigue llorando y exigiendo la placa y el SAMUR y no le hacen puto caso (perdón). Esto fue exactamente así. Lo vi con mis propios ojos y todavía no me lo puedo creer. Que gran decepción… que indefensión, que violencia interior que sufre uno. Me acuerdo de esto cada día.
Y llegamos al día de hoy…
Hoy además de lo que he visto y grabado (ya veréis los vídeos de después), a varios amigos míos, periodistas y no, les han pegado. Y les han pegado por nada.
Yo no sé de estrategia policial ni como se manejan estas situaciones. Sí tengo cierta experiencia en asistir a disturbios más o menos grandes e intensos. Trabajando para TVE estuve en Praga en el 2000 con el gran movidón del FMI, y en Berlín, donde vivía, teníamos cada año el Primero de Mayo, que eso sí que son disturbios… con miles de adoquines volando. Allí, la policía, antes de cargar avisaba (y después la carga era brutal, claro). También cubrimos un par de veces las protestas por traslados de materiales radioactivos en Gorleben. Eso era para verlo: 25.000 manifestantes y 12.000 policías. Sí, 12.000 (¡!). Los traían de toda Alemania. Los manifestantes se sentaban en las vías del tren y los policías se los llevaban uno a uno… Tardaban horas… un coñazo, pero lo hacían así, sin violencia. En otras ocasiones en campo abierto, avisaban de la carga tres veces… y después cargaban.
En todos estos sitios, palos, he visto muchos, pero NUNCA he visto agresiones por parte de la policía como las de aquí, sin mediar provocación y sin ningún tipo de violencia por parte de los manifestantes. A los siguientes videos me remito.
Siempre he pensado que me gusta vivir en un país moderno y democrático, lo que se conoce como un ‘estado de derecho’. El problema es que ahora empiezo a dudar de que mi país sea así.
Disfruto del hecho de que existan unas Fuerzas de Seguridad del Estado, con las que generalmente no tienes contacto como ciudadano, pero que siempre están ahí, jugándose el pellejo por defenderte, cuando alguien quiere hacerte daño o atenta contra tus propiedades. Me parece absolutamente maravilloso que unos trabajadores públicos, seguramente mal pagados, se jueguen el físico por ti. El estado te ampara y te protege. Es su obligación claro, pero aun así me parece maravilloso…
Pues esta percepción ha cambiado algo estas semanas, a continuación voy a intentar explicar el por qué.
El pasado 4 de Agosto, como llevo haciendo con cierta continuidad desde el 15 de Mayo salí a la calle a relatar lo que viera del llamado movimiento #15M. Yo no soy un periodista (no trabajo para ningún medio), soy un cineasta y un ciudadano, pero desde el mismo 16 de mayo he estado en #acampadasol y en las manifestaciones y movilizaciones del #15M. Pues el 4 de agosto viví muy de cerca las cargas policiales del Ministerio del Interior, que fueron brutales, sin mediar provocación y absolutamente desproporcionadas. no pensaba yo que fuera a ver eso en mi país en el siglo XXI. Pasé mucho miedo aquella noche y no sabía que se iba a repetir.
La noche anterior había visto ya una secuencia en Sol que, creo, es digna de relatarse. Una chica tiene algún tipo de altercado con un agente y le pide el número de placa y pide que venga el SAMUR. No le hacen caso y empieza a gritar exigiendo el número de placa, se pone muy nerviosa y empieza a llorar. Y entonces pasa lo siguiente: otros agentes la sujetan y el agente en cuestión se va corriendo y se esconde detrás de las furgonetas… (¿?) Sí, como en el colegio, pero para un asunto mucho más importante. Me quedo a cuadros. La chica sigue llorando y exigiendo la placa y el SAMUR y no le hacen puto caso (perdón). Esto fue exactamente así. Lo vi con mis propios ojos y todavía no me lo puedo creer. Que gran decepción… que indefensión, que violencia interior que sufre uno. Me acuerdo de esto cada día.
Y llegamos al día de hoy…
Hoy además de lo que he visto y grabado (ya veréis los vídeos de después), a varios amigos míos, periodistas y no, les han pegado. Y les han pegado por nada.
Yo no sé de estrategia policial ni como se manejan estas situaciones. Sí tengo cierta experiencia en asistir a disturbios más o menos grandes e intensos. Trabajando para TVE estuve en Praga en el 2000 con el gran movidón del FMI, y en Berlín, donde vivía, teníamos cada año el Primero de Mayo, que eso sí que son disturbios… con miles de adoquines volando. Allí, la policía, antes de cargar avisaba (y después la carga era brutal, claro). También cubrimos un par de veces las protestas por traslados de materiales radioactivos en Gorleben. Eso era para verlo: 25.000 manifestantes y 12.000 policías. Sí, 12.000 (¡!). Los traían de toda Alemania. Los manifestantes se sentaban en las vías del tren y los policías se los llevaban uno a uno… Tardaban horas… un coñazo, pero lo hacían así, sin violencia. En otras ocasiones en campo abierto, avisaban de la carga tres veces… y después cargaban.
En todos estos sitios, palos, he visto muchos, pero NUNCA he visto agresiones por parte de la policía como las de aquí, sin mediar provocación y sin ningún tipo de violencia por parte de los manifestantes. A los siguientes videos me remito.
Siempre he pensado que me gusta vivir en un país moderno y democrático, lo que se conoce como un ‘estado de derecho’. El problema es que ahora empiezo a dudar de que mi país sea así.
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Para finalizar mi consejo de que una vez más, no nos enfoquemos en lo que no queremos, la visita del emperador, dejemos que las ovejas asistan a este tipo de eventos y dejen que sus pastores las lleven al matadero, cada uno es libre de elejir lo que hace con su vida. No caigamos en el enfrentamiento que por supuesto están buscando entre la gente que no comulga con este tipo de eventos. Las religiones, al igual que muchas instituciones actuales están dando sus últimos coletazos antes de su desmoronamiento, por lo que sólo es cuestión de observar y esperar sin odio ni rencor.
Un abrazo.
Mr D.
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